Los hidrocarburos son utilizados en las centrales termoeléctricas utilizando petróleo, gas y carbón como fuente de energía.
Las centrales termoeléctricas producen electricidad a partir de la combustión en una caldera de fuentes de energía no renovables tales como el petróleo, el gas natural o el carbón.
Los quemadores de la caldera provocan la combustión generando calor que se transfiere al agua para producir vapor a alta presión y temperatura. Es este vapor el que mueve el generador.
El vapor, a baja presión, es enviado a unos condensadores donde se enfría y se convierte de nuevo en agua, la cual retorna al circuito de la caldera para iniciar un nuevo ciclo productivo.
Otra forma de generación termoeléctrica es a través de la combinación del gas natural con el aire, que al hacer combustión expulsan una mezcla mixta de gas y aire caliente que permite que la turbina gire y haga funcionar el generador.